
El dolor de notar que pierdo facultades. El miedo a no notarlo.
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La visión mercantilista de la vida me está dejando de ser rentable.
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Tuve que descubrir que mi mundo es uno entre muchos para comprender que en él laten todos.
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Ya no pretendo entender el argumento, sino volver a oír la música.
Mantener cierta ingenuidad sin ser un ingenuo, cierta ilusión sin ser un iluso, cierta esperanza sin esperar nada.
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¿Para cuándo cambiar lo que me reporta un interés por lo que de verdad me interesa?
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Oigo a mi cuerpo cuchichear a mis espaldas.
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Demasiado mayor para ignorar que tras esta puerta habrá otras. Demasiado joven para no seguir abriéndolas.
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Bosquejando ya las excusas que me daré de viejo.
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Como todos, quise ser único. Saberme uno más alivia y confraterniza.
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¿Cómo distinguir las cadenas que me atan de las que me sostienen?
"Tenemos que felicitarnos por la aparición de este libro
que reúne todo lo mejor del género aforístico y que resplandece
entre otras propuestas que quizás se centran más en el ingenio
y menos en la hondura. La VIDA en minúscula tiene la virtud
de eludir los lugares comunes, una tarea sumamente dificultosa
cuando se aborda un tema tan manido, y de dar una perspectiva
profunda y sugerente sobre la madurez que, sin duda,
no dejará indiferente a nadie que se adentre en sus páginas".
que reúne todo lo mejor del género aforístico y que resplandece
entre otras propuestas que quizás se centran más en el ingenio
y menos en la hondura. La VIDA en minúscula tiene la virtud
de eludir los lugares comunes, una tarea sumamente dificultosa
cuando se aborda un tema tan manido, y de dar una perspectiva
profunda y sugerente sobre la madurez que, sin duda,
no dejará indiferente a nadie que se adentre en sus páginas".
(del prólogo de Sergio García Clemente)

Disfruta perdiéndose en bicicleta por la montaña o tocando el piano. Recuerda que leía, antes de que varios terremotos consecutivos le hiciesen cambiar a Cortázar o Kundera por Doraemon y Bob Esponja. Con cierta propensión a llenar los tiempos muertos pensando y una tendencia natural a la concisión (que alguien llamará pereza o tacañería), ha descubierto en el aforismo una forma idónea de expresión.
La VIDA en minúscula es su primer libro.
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Rafael Ibáñez Molinero
La vida en minúscula
17 x 12 pp.
40 págs.
10€ envío gratis